LA
BOCA AMARGA
Ella espera una noticia, una palabra, quizás una confianza, que la haga reaccionar; que la conmueva y le de certezas de que aun hay tiempo, de que no es tarde. Espera amargamente, porque no supo aprender otra forma de pensar la vida.
Y su vida se vuelve inmóvil, siempre esperando.
Como se sabe detenida por sus miedos, sombras que desconoce, busca las respuestas en su cuerpo abandonado, y al no encontrarlas, sin tregua ni piedad, le da su merecido nada menos que con sus más amargos pensamientos.